Ser madre debe dar un estatus social en el que se ponga en valor todo lo que supone trabajar en el cuidado, tanto económico como social. Por eso hablaremos de cómo romper los roles tradicionales de género, cómo contar con hombres que apuesten por corresponsabilizarse del trabajo reproductivo y con mujeres que puedan elegir libremente sin ser penalizadas ni juzgadas en el ámbito social.